Los expertos de la Universidad de Cambridge y de Reading han investigado sobre las emisiones fugitivas de hidrógeno pueden producir indirectamente efectos de calentamiento 11 veces peores que las del CO2. El resultado lo han publicado en el informe: Atmospheric implications of increased Hydrogen use 

El hidrógeno se puede utilizar como portador de energía limpia, y pasarlo a través de una celda de combustible para producir electricidad, no produce más que agua como subproducto. Transporta mucha más energía por un peso determinado que las baterías de litio, y es más rápido rellenar un tanque que cargar una batería, por lo que el hidrógeno se considera una opción ecológica muy prometedora en varias aplicaciones difíciles de descarbonizar como la aviación, el transporte marítimo y los camiones de larga distancia.

Pero cuando se libera directamente a la atmósfera, el hidrógeno mismo puede interactuar con otros gases y vapores en el aire para producir poderosos efectos de calentamiento. De hecho, el nuevo estudio del gobierno británico ha puesto estas interacciones bajo el microscopio y ha determinado que el potencial de calentamiento global (GWP) del hidrógeno es aproximadamente el doble de malo de lo que se creía anteriormente; durante un período de 100 años, una tonelada de hidrógeno en la atmósfera calentará la Tierra unas 11 veces más que una tonelada de CO2, con una incertidumbre de ± 5.

El problema del hidrógeno en las reacciones con hidroxilos

Una forma es prolongar la vida útil del metano atmosférico. El hidrógeno reacciona con los mismos oxidantes troposféricos que “limpian” las emisiones de metano. El metano es un gas de efecto invernadero increíblemente potente, que provoca unas 80 veces más calentamiento que un peso equivalente de CO2 durante los primeros 20 años. Pero los radicales hidroxilos en la atmósfera la limpian con relativa rapidez, mientras que el CO2 permanece en el aire durante miles de años, por lo que el CO2 es peor a largo plazo.

Sin embargo, cuando hay hidrógeno presente, esos radicales hidroxilos reaccionan con el hidrógeno. Hay menos agentes de limpieza para todos, por lo que hay un aumento directo en las concentraciones de metano, y el metano permanece en la atmósfera por más tiempo.

Además, la presencia de hidrógeno aumenta la concentración tanto de ozono troposférico como de vapor de agua estratosférico. Esto provoca un efecto de “forzamiento radiativo” que eleva las temperaturas.

Dicho esto, el informe del gobierno británico explica que “el aumento de las emisiones de CO2 equivalente basado en una tasa de fuga de H2 de entre el 1% y el 10% compensa aproximadamente entre el 0,4 y el 4% de las reducciones totales de las emisiones de CO2 equivalente, respectivamente”, por lo que, incluso suponiendo el peor escenario de fuga, sigue siendo una mejora enorme.

“Si bien los beneficios de las reducciones de emisiones de CO2 equivalentes superan significativamente los inconvenientes derivados de las fugas de H2”, continúa, “demuestran claramente la importancia de controlar las fugas de H2 dentro de una economía de hidrógeno”.

La alternativa de los coches electricos

Mientras los fabricantes y políticos de todo el mundo se lanzan a una carrera irracional hacia coche eléctrico 100% de baterías el hidrógeno vuelve a resurgir gracias a una nueva tecnología de producción con coste efectivo que llegaría al nivel de los combustibles fósiles en sólo tres años.

Es cierto que para impulsar la tecnología de los coches electricos no se habla de la toxicidad, huella de carbono en la fabricación, autonomía limitada, elevado coste, problemas prácticos y la disponibilidad limitada del litio.

Otro problema del hidrógeno está el coste de generación

El gran problema del hidrógeno: el alto coste de la fabricación de hidrógeno verde al 100%. Pero parece que las soluciones están en marcha. En un laboratorio surcoreano que promete un nuevo tipo de producción a nivel industrial. Ésta es la creación de una startup comercial californiana llamada Verdagy que al parecer ya está en marcha en una fábrica experimental. Esta compañía afirma que ha desarrollado una nueva tecnología capaz de crear hidrógeno en cantidades industriales usando sólo agua y electricidad renovable, para que el combustible resultante sea 100% verde de la producción al consumo.

La esencia para abaratar los costes de hidrógeno se encuentra en un nuevo tipo de membrana llamado AEMWE. Corresponde con las siglas en inglés de electrolizadores de agua con membrana de intercambio aniónico. Los ingenieros coreanos que lo desarrollan, afirman que reduce drásticamente el coste de la producción. Concretamente, unas 3.000 veces más barato que las membranas actuales sólo en el coste del catalizador y el separador. También, dicen que este mecanismo aumenta la efectividad del proceso de electrólisis ( 1,2 veces más producción ) y la durabilidad del equipo.