En un hito significativo para la economía del hidrógeno, la colaboración estratégica franco-alemana entre las empresas Air Liquide y Siemens Energy ha alcanzado su culminación con la inauguración, este miércoles en Berlín, de una fábrica de electrolizadores. Esta instalación, concebida con una capacidad de producción anual inicial de 1 GW, tiene la ambiciosa visión de ampliar su capacidad a 3 GW para el año 2025. En caso de alcanzar este objetivo, el complejo fabril berlinés se convertirá en un productor destacado, generando anualmente 300.000 toneladas métricas de hidrógeno verde. Este volumen de energía limpia equivaldría a las emisiones de CO2 anuales de una ciudad del tamaño de Aquisgrán, con una población de 260,000 habitantes en Alemania.

La declaración emitida por Siemens Energy subraya que esta nueva fábrica, resultado de la colaboración estratégica, tiene como misión allanar el camino hacia la expansión de la economía del hidrógeno. Este recurso renovable se presenta como un pilar fundamental en la transición hacia un futuro climáticamente neutro. No obstante, para que el hidrógeno juegue este papel crucial, debe estar disponible en cantidades significativas y a precios competitivos, un desafío que requiere la producción en serie de electrolizadores rentables y escalables.

Apuestan por la fabricación de electrolizadores de tipo PEM

La tecnología central suministrada por la nueva fábrica se basa en la innovadora tecnología de membranas de intercambio de protones (PEM). Esta elección se justifica por su capacidad para mitigar la intermitencia en el suministro de energías renovables. En comparación con otras tecnologías de hidrógeno, los electrolizadores PEM ofrecen la posibilidad de introducir capacidades de gigavatios en el mercado con menores requisitos de material, mano de obra y espacio, constituyendo así un facilitador ideal para un crecimiento rápido y eficiente. Después de la producción, los stacks utilizados en los proyectos de electrolizadores se ensamblarán en ubicaciones cercanas a los distintos proyectos, contribuyendo aún más a la rentabilidad de esta solución.

Los stacks, elementos fundamentales de un electrolizador, comprenden electrodos (ánodos y cátodos) y electrolitos dispuestos en una estructura. Esta configuración permite la reacción electroquímica de división de moléculas, como el agua, en sus elementos fundamentales, hidrógeno y oxígeno, mediante el uso de energía eléctrica.

Alianza de Alemania y Francia

Esta asociación estratégica franco-alemana aprovecha la experiencia acumulada por ambas empresas y su cartera conjunta de proyectos de hidrógeno, que incluye los gasoductos de Air Liquide y Siemens Energy. En Europa, diversos proyectos de hidrógeno a gran escala, renovables y con bajas emisiones de carbono, ya están en desarrollo, como el proyecto Air Liquide Normand’Hy de 200 MW cerca de Port-Jérôme (Francia). Siemens Energy también está involucrado en otros electrolizadores a gran escala en Kassø (Dinamarca) y FlagshipONE (Suecia), destinados a proporcionar hidrógeno para la síntesis de combustibles verdes en el transporte marítimo.

La inauguración oficial de la fábrica contó con la presencia del canciller alemán Olaf Scholz, el director general de Siemens Energy, Christian Bruch, y el director general de Air Liquide, Francois Jackow. Este evento marca el inicio de la producción en serie de la tecnología del hidrógeno. Entre las distinguidas personalidades invitadas se encontraban el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, el ministro francés de Industria, Roland Lescure, y otros destacados representantes de la política alemana y francesa.

Los electrolizadores de hidrógeno son máquinas capaces de producir el gas verde a través de un proceso químico llamado electrólisis que separa el oxígeno del hidrógeno. Aunque el objetivo por generar el nuevo gas es un proyecto común de la Unión Europea, la realidad esconde una carrera acelerada de los diferentes países lideres en hidrógeno por potenciar sus industrias para lograr una mejora notable en sus futuras balanzas comerciales.

Gran interés por la fabricación de electrolizadores de hidrógeno

Las empresas más potentes del sector quieren asegurar una buena capacidad para la producción de hidrógeno. POr ese motivo se ha despertado un gran interes en la fabricación de electrolizadores de hidrógeno, o en garantizar contratos que aseguren el abastecimiento de estas máquinas en las plantas de generación del nuevo vector energetico.

Los catalizadores de hidrógeno están acaparando mucha atención, porque se prevee escasez de electrolizadores. Los diferentes gobiernos de los paieses europeos apoyan no solo el uso y el transporte del hidrógeno, sino también la producción de electrolizadores. 

Son conscientes que aunque logren altas producciones de hidrógeno, también necesitaran importadores. En este sentido hay dos criterios: el primero es la diversificación y el segundo es las importaciones sean procedentes de un pais europeo porque comparten los mismos valores democráticos. En este sentido, España tiene un gran potencial para establecerse como socio importante en la Unión Europea.

La fabricación de electrolizadores de hidrógeno es fundamental en Europa

«El Gobierno previo ya comenzó con la estrategia del hidrógeno y ahora mismo estamos revisando esa estrategia: viendo quién en la industria lo va usar realmente, aquellos que realmente lo producirán, las infraestructuras, la parte legal, financiera y asegurarnos de que todo va a estar correcto e interconectado. Nuestra ambición es lograr esos objetivos. Estamos improvisando y queriendo mejorar todos los instrumentos que tenemos para ver si necesitamos herramientas adicionales. Tenemos un 62 proyectos elegidos en la última legislatura con 13.000 millones de fondos. Los dos principales proyectos ahora tienen que ser aprobados por la Comisión Europea. En esos dos proyectos queremos tener la cadena de valor completa«, afirmó Brantner del gobierno aleman.

Por último, es relevante la nueva ley aprobada en EEUU e impulsada por la Administración Biden para potenciar el hidrógeno verde en su territorio. Las inversiones se han encarecido y hay que tener una clara regulación en Europa porque, si no somos capaces, las inversiones se pueden ir a EEUU donde tienen una hoja de ruta clara con la ley Inflaction Reduction Act..