El hidrógeno verde se posiciona por delante del gas licuado al reducir sus costes de producción. Según un informe elaborado este mismo año por Rethink Energy. El coste del hidrógeno verde bajará de los 3,70 dólares/kg actuales a poco más de 1 dólar/kg en 2035 y a 0,75 dólares/kg en 2050. Según Wood Mackenzie, en algunos países la perspectiva es más favorable, y prevén que algunos puedan producir hidrógeno verde por 1 dólar/kg en el año 2030.

Actualmente hemos alcanzado un gran hito: el hidrógeno verde es más barato que el gas natural licuado (GNL). Pero antes, veamos que es cada uno de ellos.

¿Qué es el gas natural licuado?

El gas natural licuado es gas natural que ha sido procesado para ser transportado en forma líquida. El gas natural licuado se conoce habitualmente por sus siglas: GNL. Una de las grandes ventajas de licuar el gas natural es que disminuye su volumen 600 veces, pero su masa permanece constante. En otras palabras, 1m³ de gas natural licuado (GNL) es igual a 600m³ de gas natural. Es necesario recordar que el gas natural se encuentra en estado gaseoso, pero este proceso aporta grandes beneficios. Por ejemplo, hace rentable ser transportado en barcos o en camiones cisterna porque ocupa menos espacio.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde es un vector energético que permite el almacenamiento de la energía para usarlo posteriormente bajo demanda. Se trata de un combustible obtenido a partir de energías renovables.

Se obtiene mediante electrólisis, que consiste en emplear una corriente eléctrica para romper la unión molecular de oxígeno e hidrógeno del agua. De esta forma es posible obtener hidrógeno puro para usarlo como energía. Al no emitir gases contaminantes en el proceso, el hidrógeno verde se ha vuelto un sustituto para los combustibles fósiles en sectores difíciles de descarbonizar. Este es el caso de la aviación o el transporte marítimo.

¿Por qué el hidrógeno verde es más barato que el gas natural licuado?

Los altos precios de los hidrocarburos, y del gas natural licuado (GNL) en particular, han hecho que el hidrógeno verde sea más barato que el gas natural en Alemania, España, Francia, Italia, Polonia, Suecia, Turquía y Reino Unido.

Con un precio medio de 18,8 dólares por millón de BTU1, España es el país europeo más barato para producir hidrógeno verde y el segundo más barato del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos.

Ventajas del hidrógeno verde a igualdad de precio

El hidrógeno gris se produce a partir del gas natural, mediante reformado por vapor, y genera grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2). El hidrógeno azul también se obtiene a partir de combustibles fósiles, pero sin liberación de dióxido de carbono (se capturan y se almacenan y/o reutilizan). El hidrógeno verde, por su parte, se obtiene mediante electrólisis y fuentes de energía renovables como la energía solar o eólica, y no genera emisiones contaminantes.

El hidrógeno verde puede ser un sustituto limpio y no contaminante de algunos procesos industriales alimentados por gas, además de servir como fuente de energía para vehículos con pila de combustible. En este sentido, la crisis energética europea ha propiciado que los responsables políticos y las empresas avancen con mayor celeridad en la búsqueda de alternativas a los hidrocarburos.

La Unión Europea aprobó su primer proyecto de interés común europeo: el plan Hy2Tech. Este proyecto europeo de hidrógeno abarca 41 proyectos de 35 empresas y contará con una inversión de 5.400 millones de euros. Según la Agencia Internacional de la Energía, hay 990 proyectos de hidrógeno en distintas fases de desarrollo.

Más ventajas del hidrógeno verde

Otra ventaja del hidrógeno verde es que sus precios a futuro parecen relativamente estables en comparación con la volatilidad de los precios de los hidrocarburos. A medio y largo plazo, cabe esperar que los precios del gas bajen y se estabilicen. Pero a corto plazo, lejos de mejorar, la situación empeora por momentos. Esta semana Rusia ha reducido a la mitad el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream 1, pasando del 40% al 20% de su capacidad. Esto ha provocado un nuevo ascenso en los precios del gas, superando el récord histórico del pasado mes de marzo, cerrando la sesión en 205 euros por MWh este pasado miércoles.

El retroceso del gas licuado frente al hidrógeno

Los precios de gas natural se han disparado en Europa en los últimos meses. En España, lo estamos sufriendo en diferentes frentes: en el precio de la electricidad, las materias primas (aluminio, acero,…), o el precio de los fertilizantes. En definitiva, en todos los sectores donde se necesite el gas para calentar hornos o producir energía.

En los últimos meses, no sólo hemos visto dispararse los precios del gas y los combustibles; también sobrevuela la amenaza de un corte de suministro por parte de Rusia. Esta una situación, especialmente delicada para Alemania, que compra a Rusia alrededor del 55% del gas que utiliza, y otros países como Austria, República Checa, Eslovaquia o Rumanía. Esto provoca otro factor a considerar: la escasez.

Aspectos que influyen en el precio del hidrógeno frente al gas licuado

Por su parte, los costes del hidrógeno dependen fundamentalmente de dos factores: el precio de los electrolizadores y el coste de la electricidad de origen renovable. En ambos casos cabe esperar que los costes sigan bajando a medida que la tecnología madure y consiga escalarse.

Otra ventaja frente al gas natural licuado, es que se puede construir una planta de hidrógeno verde en España, pero no podemos extraer gas natural.

Además, no debemos olvidar los efectos ambientales. El combustible hidrógeno permite reducir las emisiones de efecto invernadero, lo que favorece las políticas de neutralidad climática de la Unión Europea para el año 2050. Cabe esperar que la situación actual no dure para siempre. A partir de 2024 se pondrán en marcha nuevas instalaciones de GNL actualmente en construcción, lo cual debería dar un respiro al mercado actual e invertir la diferencia de precios.

 

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