¿Qué es un gasoducto de hidrógeno?

Un gasoducto de hidrógeno es una conducción para el transporte de hidrógeno en grandes volumenes por medio de tuberías. Son instalaciones similares a las utilizadas para conducir gas natural. Tiene la diferencia de algunos materiales o elementos utilizados, que son diferentes entre para el gas y no son óptimos para el hidrógeno.

Los gasoductos de hidrógeno en funcionamiento

Los gasoductos de hidrógeno ya son una realidad en Europa. Actualmente, existen más de 4.300 kilómetros para el transporte de hidrógeno, con más del 90% situado en Europa y Norteamérica. Según Rystad Energy, hay unos 91 proyectos de gasoductos previstos en el mundo. En total suman 30.300 kilómetros y entrarán en funcionamiento en torno a 2035.

En España, existe una extensa red de transporte de gas que comprende más de 11.000 km de gasoductos. Esta red cuenta con seis conexiones internacionales: dos con África a través de Tarifa y Almería (enlace con los gasoductos Magreb y Medgaz, respectivamente); dos con Portugal vía Badajoz y Tuy; y otros dos con Francia vía Irún y Larrau.

A nivel mundial, Europa está a la vanguardia de los esfuerzos para producir e importar hidrógeno verde y su atención se centra ahora en la construcción de la infraestructura necesaria para llevarlo a los centros de demanda. Según la investigación de Rystad Energy, España, Francia y Alemania se encuentran entre los países comprometidos o que están considerando la construcción de gasoductos transfronterizos para facilitar los flujos de energía.

Ejemplo de gaseoducto de hidrógeno en Europa

Gasgrid Finland y Nordion Energi anunciaron el apsado año el inicio de la construcción de un gasoducto de hidrogeno cruzando la frontera. Las compañías finlandesa y sueca de transporte de gas, anunciaron su alianza para la construcción entre sus países de una tubería para la distribución de hidrógeno puro.

El gasoducto de hidrógeno tendrá unos 1.000 kilómetros. Las obras costarán unos 3.500 millones de euros, y la puesta en marcha está programada para el año 2030. El inicio del gaseoducto de hidrógeno estará de la ciudad finesa de Vaasa, pasará por el golfo de Botnia y llegará a la ciudad sueca de Kiruna.

La construcción de la infraestructura transfronteriza de hidrógeno en la región del golfo de Botnia es clave en la apertura del mercado de hidrógeno hacia 2030. Su ejecución permite acelerar el desarrollo de la economía basada en el uso de hidrógeno y atraer nuevas inversiones para apoyar la transición energética europea.

Las primeras estimaciones apuntan que la demanda regional de hidrógeno excederá los 30 terawatt-horas (TWh) hacia 2030 y será de unas 65 TWh hacia 2050. El origen de la energía para generar la mayor parte de ese hidrógeno se generará con el uso del viento que sopla en el golfo de Botnia. Por lo que se producirá hidrógeno verde. La tubería unirá los centros de generación del hidrógeno con los lugares de demanda situados a lo largo del referido golfo.

Diferentes expertos de energía consideran que el proyecto está impulsado por el gigante sueco de fundición de acero SSAB. Este grupo se ha marcado como objetivo la producción con un nivel cero de emisiones, usando el hidrógeno.